Sí, son las 00:45 de la madrugada y tengo una bandeja de cupcakes en el horno... Y un olor riquísimo recorriendo toda la casa. Definitivamente estoy mal de la cabeza... Primero, no son horas para ponerse a jugar a las cocinitas; y segundo, había prometido que hasta después del verano no volvería a cocinar cupcakes y me pondría a experimentar con las galletas.
Creo que mejor dejo para mañana la decoración, no creo que a mis vecinos les haga mucha ilusión oir la batidora a toda pastilla a estas horas...
¡¡¡Mañana os cuento que tal han quedado!!!
B7s!
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